viernes, 18 de enero de 2008

La insoportable levedad del contador de visitas

Yo soy más bien poco de recibir visitas. Se comen tus pastas y se beben tu café y hay que darles conversación y cuando se van de tu casa te critican a tus espaldas y al final lo mejor es que no salgan nunca, matarlos con una pala y trocearlos en la bañera... Bueno, cosicas de las visitas.

Pero este caso es diferente. Better than fine me recomendó que no lo hiciera, pero desoí sus consejos: he puesto un absurdo contador de visitas en el blog. ¿Por qué? No lo sé. ¿Vanidad?, ¿curiosidad?, ¿envidia cochina?, ¿envidia pulcra?... Da igual. El caso es que está ahí, mirándome fijamente con sus ojillos de contador de visitas.

Creo que en parte lo he hecho por acabar con la ansiedad: la ansiedad que me devoraba por dentro, que azuzaba mis intestinos... Ah, no. Eso no era la ansiedad, era el café de máquina. Según el Perich "la religión nace para resolver los problemas que crea la religión". El contador de visitas hace lo mismo: desde que vi el primero, empecé a preguntarme "¿cuánta gente me visitará?", "¿estarán desnudos mientras leen mi blog?". La segunda pregunta jamás tendrá respuesta. La primera estaba al alcance de mi dedo de clickar.

Pero entonces, llegaron las dudas: "¿y si son pocas visitas y me deprimo?", "¿y si son demasiadas y empiezo a meter publicidad en el blog, me hago famoso y multimillonario, se me sube la fama a la cabeza, me abandonan mis amigos y acabo tomando una sobredosis de ansiolíticos en el suelo de mi baño, 100% mármol de Carrara?". Así, mientras dudaba, fue pasando el tiempo... y con él pasaban visitas que no podía contabilizar, decenas de visitas, centenas, unidades de millar... "complementario, el 8".

Pero para avanzar hay que mirar hacia adelante, y un poquito hacia abajo por si hay cacas de perro. Finalmente tomé la determinación: "venga ese contador, ¡copón!"... y aquí está. Ahora tengo que cargar con él, con el absurdo falaz de que, cada vez que refresco la página, me suma una visita; con la idea de que cada nuevo visitante quedará sorprendido por el raquítico tránsito de EPETECAUN, creyendo lógicamente que el contador nació con el blog... Aunque para esto último tengo una solución: gracias al cálculo estimativo efectuado por el Gabinete de Estudios para las Cosas de la Universidad de Pernambuco, podemos inferir que, antes de la existencia del contador, unos 30 millones de personas visitaron EPETECAUN de blog. Por tanto, para conocer la cifra real no tienen más que sumar esos 30 millones a la cifra que arroje el contador en el momento de su visita.

Por cierto, en lugar de haber puesto el contador, podría haber hecho caso a Better than fine y considerar los comentarios como barómetro de un blog. Pero es que no hay muchos (considerando, como hemos visto, que EPETECAUN de blog supera los 30 millones de visitas). Sin duda esto ocurre porque, ante la inestimable calidad de mi prosa y lo sesudo y articulado de mis razonamientos, pocos se sienten capaces de replicar. O eso o que digo gilipolleces sobre las que no merece la pena detenerse. Yo me inclino por la primera opción. Ustedes no se inclinen que es malo para el lumbago.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jenny was here

*Mejorquebien dijo...

Lo temia. Yo quise disuadirte pero no fui lo suficientemente convincente. Ahora ya no hay remedio para ti, igual que no lo hay para mi...El contador controla nuestras vidas cibernéticas...¿Qué será lo próximo?

Anónimo dijo...

Estimado y apreciado Javi Chan: justo lo mismo me pasó a mí. Yo lo que hice fue quitarle 6 ceros al contador para que la gente lleve contabilice con más facilidad. Lo mismo hice con las encuestas, le quité 3 ceros. No me parece justo que la gente se enrede con grandes cantidades.

Don Excmo.

PD: como me caes bien, refresqué 5 veces tu blog.

Anónimo dijo...

epetacaun...ponte bueno... que me han dicho que tienes fiebre del sabado noche...ciau pescau

Anónimo dijo...

toma! soy la visita numero 91 del blog, bueno, ya iremos fomentando las visitas

Rita dijo...

Chupiii, soy la visita número 100. Bueno, en realidad era la 97, pero he refrescado, porque soy una vanidos y una fresca.

Me encantan las visitas.

Javi Chan dijo...

Muchas gracias a las visitas y a las frescas. Y a la "vecina" por acordarse de mi salud... en el buen sentido.

Javi Chan dijo...

Por cierto, algo que me entusiasma de mi contador de visitas es que debajo del número pone "coches". Me da la impresión de que cuanto más entréis más coches me van a tocar... ¡qué emoción!

Luego los sorteo entre ustedes, no se preocupen.