miércoles, 27 de enero de 2010

Ejercicio de crítica cinematográfica a la inversa

A ver, es un ejercicio sencillo: se trata de leer la crítica primero y luego ver la película. Sí, lo mismo que hace un buen gafapasta para saber qué pensar sobre la última de Wes Anderson.

La Crítica:

"Como un entomólogo con un cazamariposas, el autor usa su arma, la cámara,
para aprehender la vida, la belleza. Y parece hacerlo sin dificultad. En una
sabia decisión, el realizador opta por el estilo documental para acercarnos a la
historia con descarnada naturalidad, casi como si fuéramos intrusos en las vidas
de unos personajes que parece imposible no creerse. Aquí no podemos olvidar la
inestimable labor de casting: no es posible imaginar intérpretes distintos para
desempeñar estos roles.

La historia, a medias entre el cuento moral y el drama realista, relata la
cara amarga de la ambición. De cómo un deseo puede tornarse una trampa de la que
no se puede escapar. Nuestro protagonista persigue un sueño y cae en esa trampa:
al principio intenta salir de ella con uñas y dientes, sin duda se arrepiente de
lo que ha hecho... pero ya es demasiado tarde. Cegado por la impotencia, sólo
queda asumir lo inevitable, "amar la ceguera". Aceptar que no hay salida.
Rendirse. Sentarse y esperar.

...Pero, entonces, algo ocurre. Un simple gesto. Una mano en el hombro. Un
apoyo. Suficiente para descubrir la esperanza. Suficiente para volver a abrir
los ojos: siempre hay algo más que lo que nuestras limitaciones nos dejan
ver.

El cine. La vida. Siempre la vida."

P. Dante. Crítico cinematográfico.


Y ahora, la película.

La Película:





(Vídeo visto aquí)

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