Por supuesto, como beato que soy, he seguido la prerrogativa cristiana y por motivo de la Pascua he viajado a Tierra Santa: la Isla de Pascua. Bueno, Pascua y alrededores, porque al llegar alquilé un Burro Taxi y me di un garbeo por las islas cercanas. Vamos, que al final me he hecho la Polinesia enterita... Por supuesto, imbuyéndome de sus costumbres: bebí humeantes cócteles de jarras con forma de volcán, me colgué collares de flores, vestí esperpénticas camisas y oriné en las esquinas. Esto último no es costumbre de allí, pero no veas lo diuréticos que son los humeantes cócteles en jarras con forma de volcán.
Mrs. Chan y un servidor en Hawai. Parezco algo mayor, pero es el Jet Lag.
En medio de este proceso de inmersión cultural tuve la revelación objeto de este post. Una verdad que conmocionará a media España. De Polinesia he traído, además de las sombrillitas de los cócteles, el secreto del triunfo del Chiki-Chiki.
Sí, amigos. Resulta que esa melodía que tiene cautivada a media España utiliza oscuras artes con base en ritos paganos para lavar nuestros cerebros y hacernos bailar el brikindans.
“¿Cómo?”, os preguntaréis. Muy sencillo: lo que cuanta Rodolfo Chikilicuatre no es sino un hipnótico mantra polinesio. "Chiki-Chiki" no es sino una deformación de las palabras "Tiki-Tiki": una invocación al Dios Tiki para que desencadene el jolgorio entre los oyentes del himno. Himno que, en su versión original, reza: "¡El Tiki-Tiki mola mogollón: se baila en Bora-Bora y en más de un atolón!".
Amigos, éste es Tiki. Tiki, unos amigos.
Ya lo saben: El Tiki-Tiki se apodera de ustedes, les roba el alma y luego la vende en el rastro. ¿Necesitan más pruebas? Observen al gurú de Rodolfo Chikilicuatre, el gran maestro-guerrero polinesio de la hipnosis danzarina:
¿No pueden dejar de contemplar ese vientre trémulo?, ¿les cuesta retomar el control de su voluntad? ¿Sufren de ligera incontinencia urinaria? Si sólo responden afirmativamente a la tercera cuestión, con una Tena Lady se soluciona, no se preocupen. Pero si la respuesta a las dos primera preguntas es "sí": lo siento, Tiki se ha hecho con ustedes. Ahora forman parte del ejército de zombies que cualquier hechicero polinesio puede manejar a su antojo para explorar con ellos las fronteras del ridículo: